dimecres, 17 de febrer del 2010

17/02/2010 - Singing in the rain

La lluvia en Sao Paulo se está convirtiendo en algo de película. Se han roto todos los records: de precipitaciones, de días seguidos lloviendo (48!), de inundaciones, en fin un gustazo. ¿Será que Sao Paulo nos recibe con los brazos abiertos? O mejor dicho, con los cielos abiertos...

Nos está entrando un poco de complejo de Galos, sí, sí, aquellos que sólo temían que el cielo les cayera sobre sus cabezas.

El problema es que nos encontramos ante una tormenta perfecta combinado con un tráfico flipante. Resultado: el caos. Ni la malvada organización contra la que luchaba Maxwell Smart lo hubiera hecho mejor.

Lógicamente la ciudad está perfectamente preparada para estas lluvias, así que se inunda todo un día sí y el otro también.

Se llegó a inundar tanto un túnel dentro de la ciudad que al desalojar el agua se encontraron...
UN PEZ! Pero no un pez cualquiera, un cacho pez enorme de 1,5 kg. de peso!

Cuando fuimos a iguaçú (tranquilos fans de este blog que estamos preparando un artículo especial para tal evento) estuvimos a punto de perder el avión pues estaban todas las calles inundadas. Primero probamos por un camino: inundado. Luego por otro: inundado. Luego por un tercero: inundado también. Nuestro chófer en ese momento nos devolvió a la cruda realidad. "Sólo conozco otro camino más, si está inundado pierden el avión". Pués bien, estaba medio inundado, lo que nos permitió seguir nuestro camino y finalmente llegar al aeropuerto a tiempo para coger el avión.

En el apartamento están apareciendo humedades por doquier. Y no es de extrañar, caray que no para de caer agua!. Un día arreglaron una humedad y nos dicen. "Bueno, ahora ya está. Sólo hay que esperar que se seque". ¡QUE SE SEQUE! ¡Pero bueno, cómo se va a secar si no para de llover!

Además la lluvia no avisa. Estabamos el otro día a punto de ir a jugar a básket en las pistas del condominio, y yo iba metiendo prisa por si empezaba a llover. Tocamos la cerradura de la puerta para salir y ZAS! A llover se ha dicho. Este tiempo está estropeando mi carrera deportiva...